martes, 25 de marzo de 2014

El Palacio de Castilfalé

Exterior del Palacio de Castilfalé
El Palacio de Castilfalé está en la calle de Fernán González, frente a la puerta de la Coronería de la Catedral de Burgos. Fue la calle principal de Burgos hasta finales del siglo XVI y en ella se asentaron los miembros más destacados de la nobleza y burguesía burgalesa en palacios y casas acordes a su condición, de los que hoy solo quedan las portadas de algunas de estas construcciones y el restaurado Palacio al que hoy dedicamos nuestra entrada. Orientada de este a oeste, guía a los peregrinos en su caminar a Santiago.

Fue Nicolás de Gauna, famoso mercader de lanas, quien encargó hacia 1545 la construcción del palacio al maestro cantero Juan de Vallejo —artífice del crucero y cimborrio de la Catedral—, sobre el solar de las casas de los Colonia.

Construido con piedra y ladrillo, está considerado el edificio civil más sobresaliente del siglo XVI en la ciudad. Tiene en la fachada principal una interesante portada de estilo renacentista, con un arco de medio punto adornado con pilastras y columnas abalaustradas, dos bichas de extremidades drapeadas y motivos vegetales y heráldicos. El escudo que remata el arco corresponde a los Maluenda Latorre, ricos mercaderes que compraron en 1565 el palacio a Isabel de Bonifaz, viuda de Nicolás de Gauna, y se encargaron de terminar su construcción y decoración.

Artesonado de la escalera monumental del Palacio de Castilfalé (Burgos)
La planta del palacio se articula en torno a un patio principal de pequeñas dimensiones, con tres alturas alzadas sobre columnas y pilares de ascendencia gótica. A este patio se accede por un amplio zaguán del que arranca una monumental escalera de dos tramos, con descansillo iluminado por una ventana de asiento y antepecho corrido de piedra. Cubriendo la escalera de acceso a la planta principal destaca el bello artesonado de madera que pudo haber sido realizado por Juan de Aras, en el que mezclan las tradiciones mudéjar y renacentista. Es una de las techumbres de mayor valor artístico que se conserva en la ciudad. Con forma de naveta de base octogonal, está decorado con escenas mitológicas, bustos y motivos vegetales de gran relieve. Esta escalera desemboca en el corredor y forma una tribuna sobre el zaguán. Al fondo del corredor se inicia la escalera de subida a la planta noble.

El palacio es conocido por diferentes nombres: Palacio de los Maluenda, de los Brizuela, de Castrofuerte, de Valdés y Bazán, y de Castilfalé, en referencia a sus distintos propietarios a lo largo de la historia. En él residieron temporalmente la reina de los franceses Ana de Austria, el rey Fernando VII y el emperador Napoleón Bonaparte, además de políticos como José Calvo Sotelo, Antonio Maura o el doctor Albiñana, entre otros.

Heliodoro Jalón Larragoiti, marqués de Castrofuerte, convirtió este palacio en casa de vecindad. A finales del siglo XIX se inició un importante proceso de degradación detenido por García Muñoz y Jalón, conde de Castilfalé, quien tras adquirirlo en 1920 realizó importantes reformas que afectaron a las fachadas y a la planta noble. La decoración se realizó siguiendo la moda modernista, con escayolas que imitan el estilo plateresco burgalés.

El palacio fue legado testamentariamente por sus propietarios, junto con parte de su biblioteca y otros bienes artísticos, al Ayuntamiento de la ciudad, que lo recibió en 1969. A partir de 1985 se procedió a su restauración y rehabilitación como sede del Archivo Municipal de Burgos, que se instaló definitivamente en este palacio en 1990..

1 comentario:

  1. Es muy interesante conocer la historia de Burgos a través de sus edificios. Quizá también lo fuera a través de sus personajes, más o menos conocidos, como el Cura Merino, Juan Martín Diez y otros que pudieron dejar huella como José Bonaparte y otros muchos. Muchas gracias por tus bien documentados y amenos artículos.

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